Casa de Melilla

Cocina clásica y asequible. Ideal para ir con amigos.

Platos tradicionales y buen ambiente

Hola a todos. Hoy dejaremos de lado las tapitas y la cebolla caramelizada, no hablaremos de cervezas de importación con una etiqueta chula y mucho menos de gin tonics con pepino. Hoy os traemos un restaurante clásico, el de toda la vida. Hoy os traemos Casa de Melilla.

Local

El local es, tal y como adelantábamos antes, muy clásico. Hablamos de mesas y sillas de madera con mantel de papel, un alicatado muy clásico, un tanto árabe, y una decoración muy sencilla a base de cuadros y algunas figuras y vasijas.

El ambiente es "tipical spanish". Con aspecto general de taberna, un tanto oscuro. Pero es un local grande, tiene dos plantas, y es amplio. No tiene terraza.

Carta

La carta, como veréis a continuación, no dispone de precios. Es una pena, ya que no he encontrado en ningún sitio los precios ni una aproximación. Tan solo sé que los precios son asequibles. De hecho, fuimos a cenar a este lugar porque no queríamos gastar mucho.

Tienen muchas raciones y de muchos tipos. Desde las más clásicas, como ensaladilla rusa o patatas bravas, pasando por platos más elaborados como entrecotte a la plancha o ternera (y pollo y pinchos) a la moruna, hasta marisco. La verdad es que las raciones son muy variadas.

También tienen comidas por encargo. Será debido a su elaboración y coste, pero antes de ir hay que llamar para que te lo vayan haciendo. Tampoco salen los precios.

Y aquí se acaba la carta. No bebidas, ni postres. Un poco escueta. Si que tienen bebidas y postres, evidentemente, pero hay que preguntar por ellos. 

El camarero nos comentó la posibilidad de un menú para grupos, en el que se incluían séis raciones, cerveza ilimitada, postre y chupito. Por 12,00€. Es lo único que os podemos decir en lo referente a los precios.

Y bueno, tras este análisis tan corto, vamos a ver como nos fue en la cena.

Nuestra experiencia

Fuimos un viernes por la noche, sobre las 22:00. Fuimos un grupo de ocho personas. Íbamos buscando un restaurante donde hubiera sitio (eso lo primero) y que no resultara caro. A esas horas y en el centro de Alicante era difícil encontrar algo así, pero uno de nosotros propuso la idea de ir a Casa de Melilla. Pues para allí que fuimos.

Allí había sitio de sobra. Habían un par de mesas ocupadas solamente. Incluso la parte de arriba estaba cerrada. Nos sentamos y vimos la carta. Al poco, al ver nuestra indecisión (es una ruleta rusa elegir comida si no sabes el precio), el camarero vino y nos propuso la idea del menú para grupos. Aceptamos.

Lo primero que nos trajo fue la ensaladilla. Una típica ensaladilla rusa con colines. A algunos les pareció que le faltaba mayonesa. A mi me pareció que estaba buena.

Lo siguiente que trajeron fueron las patatas bravas. La salsa era casera y estaba muy buena. Pero las patatas eran de bolsa, y estaban blandas. Este mismo plato con patatas naturales sería un buen plato.

Luego nos trajeron croquetas. No se de que eran, para mí que eran de bechamel solamente. Parecían de bolsa, aunque estaban buenas, ojo. La capa de fuera quizá un poco dura, pero en general valían la pena.

 A continuación, un plato de fritura de pescado variado. Este plato si, pude probar los pescaitos, el calamar, las gambas, etc., y estaba todo muy bueno. Coincidimos todos en que este plato estaba muy rico.

Luego trajeron pollo a la moruna. Acompañado de esas patatas fritas congeladas, de una manera poco estética. El pollo y la salsa estaba muy bueno. Muy tierno. La salsa también , muy rica. La presentación dejaba que desear.

Y por último nos trajeron un plato de magro con tomate. Y sus inconfundibles patatas. El magro con tomate estaba especial. Muy muy bueno, lo recomiendo. La presentación también cojeaba.

De postre nos trajeron un trozo de tarta de chocolate. No era casera, pero estaba buena. Va incluida en el menú, y en ese sentido, está muy bien. También nos trajeron un par de botellitas de licor de hiervas.

De cada ración trajeron dos platos. Al final acabamos hinchados y comimos bastante bien. Y bueno, litros de cerveza (marca skol) trajeron por lo menos ocho. Perdimos la cuenta.

En total nos costó 12,00€ a cada uno. Mereció la pena. Comimos bien y estuvimos a gusto.

Conclusión

COMIDA: 6,5

La comida, en general estuvo bien. Habían platos muy buenos y platos que necesitaban mejorar urgentemente. Lo de las patatas bravas es imperdonable. El pan estaba blando. La carta estaba incompleta y sin precios. Todo esto reduce su nota.

PRECIO: 6

No conocemos los precios, y no queremos pensar mal de nadie, pero cuando no se ponen los precios a la vista mal asunto. El menú este que comimos está bastante bien si vas con gente. En general, los precios dicen que son reducidos.

SERVICIO: 8

La verdad es que nos trataron bastante bien. nunca faltó cerveza y los platos salían regularmente y a un buen ritmo. Le pedimos otra botella de licor de hiervas y nos la dio. 

LOCAL: 6,5

El local es bastante sobrio y muy clásico. Si saliera en alguna escena de "Cuéntame" no me sorprendería. También es amplio, cosa importante. No tiene terraza.

LOCALIZACIÓN: 6,5

La localización es muy buena, ya que está al lado del Casco antiguo de Alicante, en una zona un poco más tranquila y con menos follón. Aparcar por ahí es realmente difícil, pero cerca tienes autobuses y tram.

NOTA FINAL: 6,9/10

No llega al notable, y es por detalles como lo de la carta. Es un restaurante para ir con amigos a pasar un buen rato. Recomendable el menú, ya que pillas el tonito antes de salir de fiesta.

Dirección y contacto

• C/ Díaz Moreu, 52 (Alicante).

Teléfono: 676 264 731

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